Dos mil catorce (mermelada de chayota)

Más o menos rápido pero el tiempo avanza siempre hagamos lo que hagamos, así que por el mismo motivo que este blog acabará cogiendo solera a pesar de la desatención el año catorce nos pasará por encima sin que podamos evitarlo. Y en vísperas del homenaje a Herodes que en este Vagón se hará como cada cinco de enero -puede que silencioso, ya está todo dicho- estrenamos libretas y calendarios, pues los propósitos seguramente serán los mismos de siempre.

Viajes (Marco Polo)

No recuerdo qué hacía yo aquella mañana en el barrio de Los Castros ni por qué bajaba la calle andando. Creo que llevaba algo de prisa porque a la vez que la imagen del escaparate se me viene a la cabeza un cierto remordimiento en el momento en que me paré, justo delante del cristal. Tras él, cientos de libros se amontonaban en columnas imposibles.

El blog de Emilia Pardo Bazán

Los hechos son los siguientes: una joven de veintidós años comienza un viaje con sus padres, marido y un tío que les llevará, partiendo de Ourense, a recorrer media Europa -Zamora, Burgos, París, Burdeos, Venecia, Milán,...- hasta llegar cinco meses más tarde a Ginebra. Durante este trayecto escribe una bitácora, seguramente minuciosa y detallista, sobre lo que se encuentra en el trayecto.

Ganadores del concurso de Tapas Picadillo (reflexión Forum Gastronómico)

De entrada una primicia: a la espera del resultado de la votación popular, ya se conocen los premios del jurado a las mejores tapas del X Concurso Picadillo de A Coruña. Los ganadores son Alma Negra -en la modalidad de tapa creativa- con su 'Cremoso de aguacate con langostinos, crujiente de maíz y espuma de limón' y la taberna Gaioso (tapa tradicional) con su 'tortilla de mejillones'.

Prejuicios (restaurante El de Alberto, A Coruña)

Llevo veinte años en a Coruña y desde el primer día me pareció que el restaurante Bebedeiro estaba sobrevalorado. A pesar de ser uno de los referentes de la cocina local para los bolsillos más contenidos (aún sin ser especialmente barato) y comprobar que constantemente fue considerado por mis amistades como uno de los sitios a tener en cuenta para cada evento gastronómico a celebrar siempre intenté evitar ese local pues, a lo mejor injustamente, se grabó en mi cabeza asociado a sus defectos más acusados.

Tarta de crema y fruta

Tarta de crema y fruta, pero sobre todo tarta fría. Este matiz es importante para valorar convenientemente esta simpleza que sin embargo aporta frescura por partida triple: la temperatura, la fruta y la crema. Así que no la descarte como una buena opción para la merienda o el postre en estos días de la canícula. Elija un buen hojaldre o, si se atreve, hágalo usted mismo, pues el asunto mejorará sustancialmente. Nosotros hemos optado por comprarlo, en cuyo caso la tarta se vuelve rápida además de resultona.

Come o mar (espaguetis negros con conchas de Pepe o Coxo)

Con el nombre de ‘Come o Mar’ se ha puesto en marcha una campaña subvencionada por la Xunta de Galicia para promocionar los productos costeros a través de cientos de establecimientos del sector de la hostelería en los mares gallegos. En principio la campaña dura sólo el mes de junio pero muchos establecimientos mantendrán la iniciativa durante todo el verano, entre otras cosas debido al éxito de la campaña.

De tirabeques y huevos mullidos

Se acaba la temporada de tirabeques, aunque aquí en Galicia vienen más tarde que en el Mediterráneo. Dulces y tiernos, cuecen en muy pocos minutos encima de unas patatas en las que ya empieza a entrar el cuchillo. Aceite, pimentón y quizá un poco de vinagre pueden ser suficiente acompañamiento. Eso sí, no olvide limpiarlos bien y cortarles las puntas y los hilos de los cantos a los más sospechosos.

Risotto picante de salchicha roja y cilantro

Uno de los principales ingredientes de mi dieta en la época universitaria era el arroz, sobre todo a partir del día veinte de cada mes. El ingenio de la mente joven convertía aquellas arroceras escasas de aliño e ingredientes en manjares variados y económicos que tenían como denominador común dos cosas: la imaginación y el arroz.

Un mundo por descubrir (coliflor a la parmesana)

Estoy sin palabras, pero creo que podré escribir. Hace menos de dos horas me hallaba yo regodeándome con la fantástica coliflor que por escasos dos euros me había agenciado en la tienda de la esquina cuando empecé a buscarle parentesco en la nevera. Allí estaba el grana, que tiene hueco garantizado en primera fila del frigorífico desde que Anna Mayer nos contó en uno de sus talleres que en Italia se usa para todo.