puerro

Purrusalda

O porrusalda, vaya. Al gusto. Me ha llamado siempre la atención este plato del norte por su aparente falta de contundencia, de cuerpo. Un caldo vegetal, nada menos. Pero luego lo pruebas y siempre te sorprende. Siempre es más de lo que te esperas de esos puerros y esa patata apenas cocidas. Porque no debe haber lugar a engaño: la purrusalda no es un plato de segunda categoría, si no que debe estar en el mismo altar que las sopas de cocido o el caldo gallego.