Purrusalda

Purrusalda

O porrusalda, vaya. Al gusto. Me ha llamado siempre la atención este plato del norte por su aparente falta de contundencia, de cuerpo. Un caldo vegetal, nada menos. Pero luego lo pruebas y siempre te sorprende. Siempre es más de lo que te esperas de esos puerros y esa patata apenas cocidas. Porque no debe haber lugar a engaño: la purrusalda no es un plato de segunda categoría, si no que debe estar en el mismo altar que las sopas de cocido o el caldo gallego.

 

 

El caso es que se me ha venido a la cabeza estos días releyendo el reportaje de Urdaibai que hizo hace un tiempo mi compañera Esther (por cierto, ¿habéis visto el cerdo Teodoro en la cuarta página? No es el primer cerdo ni el segundo que sale en Expreso, un día tendremos que hacer un concurso para encontrarlos todos), y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, la Esgueva por debajo de Expreso y que yo tenía unos puerros en la nevera recién arrancados de las garras de la tierra sin intermediario alguno, me decidí a hacer esta purrusalda tan breve pero hermosa.

Breve porque duró quince minutos. De reloj.

  • Cuatro o cinco puerros

  • Cuatro buenas patatas

  • Aceite de oliva (un buen chorro)

  • Un poquito azafrán

  • Cuatro o cinco ajos

  • Sal al gusto

Echar los ajos laminados con el aceite frío en una olla y poner al fuego. Cuando esté caliente el aceite y los ajos empiecen a chispear añadir los puerros lavados y cortados en rodajas de un centímetro. Habremos eliminado la parte de las hojas del puerro, así como la cubierta externa del tallo en su zona verde. Y las raíces, claro.

Añadir, con una separación de un minuto aproximadamente las patatas en trozos similares en tamaño -que no en forma- a las rodajas de los puerros. O más pequeños, si se desea.

Saltearlos a fuego medio durante unos minutos.

Cuando el ajo se empiece a dorar y corra peligro de quemarse, añadir agua hasta que se cubra la mezcla con un dedo de holgura, y llevar a hervor.

Añadir el azafrán. Si son hebras tostar previamente en un papel de aluminio encima de la olla tapada mientras hierve unos minutos.

Añadir sal si se desea.

Dejar hervir a fuego bajo durante unos 25 minutos (hasta que la patata esté cocida).

Fácil y espectacular.

Submitted by ana Sáb, 06/08/2011 - 19:52

Jajaj Es verdad, vamos a tener que hacer un concurso para encontrar cerdos en los reportajes de Expreso, que hay más de uno :)

Qué buena pinta la purrusalda, por dios! Solo un apunte desde mi ignorancia culinaria: ¿en los ingredientes no falta la sal?

Submitted by Manuel Bustabad Sáb, 06/08/2011 - 20:26

En respuesta a por ana

Añadida la Sal a la lista de ingredientes :-)

Es que yo no le echo sal a casi nada, así que me olvido de ponerlo casi siempre.

Gracias por la aportación.

Submitted by Fernando (no verificado) Dom, 14/08/2011 - 14:13

La que yo hice no me salío tan bonita, eso si, quizas era porque los puerros eran gigantes :D

Quizas con ese caldo, luego se puede hacer una buena sopa, no?

Hay alguna variante, me refiero a echarle además chorizo, etc, o el plato es asi?

Me gustó el plato, espero tus próximas recetas, para seguir experimentando y dejar de hacer los platos de siempre una y otra vez

Submitted by Manuel Bustabad Lun, 15/08/2011 - 13:03

En respuesta a por Fernando (no verificado)

¡Gracias, Fernando!

Es muy habitual hacer la purrusalda con bacalao desmigajado -bien desalado-. Y a partir de ahí imaginación, que siempre es un ingrediente favorable en la cocina, ¿verdad?

Un saludo

Manuel Bustabad