Modernidad (nabizas con cecina)

Seguramente somos unos afortunados por vivir la época de mayor transformación social y tecnológica de la hasta ahora corta historia de la humanidad. Claro que seguramente esto lo podrán afirmar también las próximas generaciones (las que queden), pero hay determinados cambios que son nuestro patrimonio. Así, observo con fascinación día tras día las empresas de mensajería se multiplican para satisfacer la creciente demanda de la compra por internet. 

Decenas de paquetes llegan cada día a las oficinas envueltos en papel de Amazon o cajas de zara.com y se entregan con puntualidad programada para satisfacer necesidades nuevas de quien los recibe. Libros, pulseras de actividad o el nuevo complemento para el teléfono de última generación interrumpen a media mañana el trabajo como lo podría haber hecho el hambre o una visita. O si es fin de semana, el supermercado de turno pausará la película para hacer llegar las cajas con la verdura y fruta que otra habrá seleccionado para poder pasar unos minutos más de ocio en el sofá.

Y dentro de esta actividad contemporánea emergió el otro día en mi oficina un auténtico acto de modernidad, un oasis de evolución en ese estado de constante cambio, de estancamiento en el progreso continuo: al llegar al trabajo, un compañero me había traído una bolsa grande, rebosante y hermosa llena de nabizas y grelos de su finca.

Nabizas con cecina y habanero

Una bolsa de nabizas

Cien gramos de cecina

Cuatro ajos

Un pimento habanero (o una guindilla)

Una cucharadita de pimentón ahumado picante

Cocer las nabizas al gusto (si es al mío, unos quince minutos) después de haberlas separado de los tallos y los pedúnculos de las hojas, que se guardarán para otra ocasión (se pueden congelar). En sartén amplia juntar en un chorro de aceite, los ajos picados y el pimiento, y cuando empiecen a dorarse añadir la cecina picada bastamente a cuchillo, la cucharada de pimentón y retirar del fuego.

Juntar las nabizas escurridas en la sartén con este refrito, y devolver al fuego mientras se mezcla todo.

Gracias, Rafa.