Trescientos sesenta y seis días (un libro)
Hasta hace unos minutos estaba seguro de que esta entrada se iba a llamar 'trescientos sesenta y cinco', pero sobre la bocina me he dado cuenta de que dos mil doce ha sido bisiesto, así que éste, el primer año del Vagón de Cola, ha sido más largo de lo habitual (uno de cada cuatro y tal, ya saben).
Sí, sí, el Vagón de Cola cumple un año. Lo singular del tiempo es que pasa a ritmo constante independientemente de lo que tú hagas. Así, ya publiques poco, escribas cosas totalmente carentes de interés o lo hagas mayoritariamente en sábado tu blog acaba teniendo su cumpleaños tan rápido como cualquier otro. Es más, bien gestionados esos pocos -poquísimos- lectores se pueden conseguir algunos -efímeros- momentos de gloria que permiten mantener la esperanza en que algún día las cifras de visitas subirán como la espuma y los comentarios rebosarán el buzón que -claramente sobredimensionado- hemos instalado para ello.
Como no quiero poner una receta en esta entrada (no se crean, tengo pendientes unos mejillones rellenos, o un arroz con pulpo cocinado magistralmente por el amigo Jose Carballeira -la gente de Lugo cocina el pulpo casi tan bien como la de Ourense-, por no hablar de las tapas de Coruña o las de Santiago, que deberán tener aquí su hueco pronto si existe la justicia) voy directamente al asunto que llevo meditando algún tiempo.
Hace ya semanas que compré dos ejemplares del libro Sabor a Vida del que ya se habló en varias ocasiones en este blog. Durante este tiempo he conseguido que algunos de los doce cocineros participantes me firmasen ambas copias con la idea de quedarme una y sortear la otra. El caso es que en este momento la tengo rubricada por Kike (el corazón del equipo), Marcos Domínguez (Parador de Vilalba), Chechu (Rectoral de cines) y Eloy (Garum Bistró) y así lo regalo.
Pero el que lo quiera deberá responder una pregunta: ¿cómo se llama el perro protagonista de la cabecera del blog y del que os adjunto una foto ahora que ya tiene unos añitos (no ha madurado nada, ya os lo adelanto). Os dejo una pista. En Expreso escribieron un artículo sobre él hace unos años, el cual se puede encontrar muy fácilmente desde el buscador de la web haciendo referencia a la raza del animal. A quien responda tan sencilla pregunta en un comentario le regalaré este libro (lo envío dentro del territorio español; no por xenofobia si no por economía). Si hay varias respuestas lo sortearé, claro.
Quien no lo quiera también puede comentar, por supuesto. Lo agradezco, incluso. Así podrá parecer, aunque sea sólo por un día, que esta bitácora tiene muchas visitas. Y mientras tanto la estrategia es clara: Vagón de Cola es un blog de culto. Y punto.