Mermelada de melocotón
No hagas hoy lo que puedas dejar para mañana. Algo así, al menos, parece que pienso durante el mes de agosto, en el que tengo mucho tiempo para muchas cosas pero no hago ninguna. Salvo las imprescindibles. Porque cosas por escribir no me faltan, pero ayer había algo más urgente: unos melocotones a punto de claudicar.
El caso es que de un día para otro se estropean más. Y lo mismo pasará en breve con las manzanas, que llegarán todas de golpe y habrá que pensar en qué hacer con ellas para aprovecharlas al máximo (no tendremos ese problema con lo higos, es una pena).
Así que ayer, mientras en Radio Clásica nos ponían de banda sonora la Iberia de Albéniz, yo me documentaba en Internet sobre cómo hacer mermelada según los que saben. Al final me basé en la receta de El Aderezo, aunque con algo menos de azúcar.
Mermelada de melocotón
- 1 kg de melocotones pelados y troceados
- 850 gramos de azúcar.
- 2 limones pequeños (o uno grande)
Pelar la fruta, cortarla en trozos pequeños y pesarla. Calcular las proporciones del azúcar en base a ese resultado.
Mezclar la fruta con el zumo de limón y el azúcar en un bol o en una olla. Dejar reposar -tapado- durante dos horas.
Tras este tiempo podemos darle a la mezcla un par de golpes de batidora (con la velocidad más baja) para romper los trozos más grandes de fruta.
Llevar a ebullición y hervirlo con el fuego lo más bajo posible durante unos 30 minutos, removiendo constantemente con utensilio de madera.
Enfrascar. Si queremos conservarlo más tiempo, debemos cerrar al vacío los frascos, ya sea cociéndolos al baño maría o, más rápido (y menos duradero) dejarlos enfriar boca abajo sobre un paño.
De todos modos lo suyo es regalar el excedente. Ya haremos más, caramba.