Alojamiento, desayuno y wifi (ADW)
Sin llegar al extremismo de las afirmaciones de algún reputado crítico hotelero -que hace no muchas semanas predicaba en Twitter que el wifi es tan imprescindible en la oferta de servicios de un hotel como el desayuno- creo que todos estamos cada vez más de acuerdo en que una buena conexión a Internet es una baza fundamental en la hostelería moderna.
Los clientes -no todos, no lo olvidemos, pero cada vez más- desembarcan en sus habitaciones provistos de teléfonos, tabletas y portátiles y su primera necesidad es actualizar su perfil de Facebook, subir las fotos al Instagram o tuitear sus sensaciones o vivencias antes incluso que algunas de las tradicionales fisiológicas. O simultáneamente. Y para ello, claro, una conexión inalámbrica con suficiente cobertura es fundamental.
Es cierto también que el cliente nacional de este perfil -en el que me incluyo- incorpora ya en su teléfono una generosa -que no barata- tarifa plana de datos que le permite disponer de estos servicios vía 3G sin depender del servicio ofrecido por el hotel. Aún así el cliente extranjero, que no suele pagar por la itinerancia internacional, o el del país, que habrá grabado tropecientos minutos de vídeo de su retoño sujetando determinada torre o de toda la familia saltando al unísono, necesitarán una conexión gratuita que no sature el plan de datos de su móvil, que le permita leer el correo electrónico sin sobresaltos o cualquier actividad lúdica o profesional similar.
Y aunque este pequeño complemento tecnológico se ha convertido en la hostelería actual en un hecho diferencial que permite a un establecimiento ofrecer un valor añadido que lo diferencie de su competencia aún son pocos los establecimientos que lo han visto claro y muchos menos los que han hecho una apuesta de suficiente calidad por ello. Redes que no funcionan, que no tienen cobertura suficiente en las habitaciones -más de una vez hemos estado tirados en el suelo en una esquina de la habitación para arañar una raya de señal- o que cambian de nombre según la planta en la que estás hacen de la experiencia inalámbrica una pesadilla de la que acabamos saliendo en cuanto terminamos las tareas imprescindibles.
En este escenario se hacen muy destacables las apuestas por determinadas cadenas como los Hoteles IBIS que a pesar de su espartana filosofía han apostado por este servicio como indispensable. Estos hoteles basan su competitividad en una reducción de costes al máximo minimizando los servicios accesorios incluidos en su tarifa base. Ubicaciones en zonas bien comunicadas pero no céntricas (y por tanto más baratas), habitaciones sencillas y pequeñas y servicios minimizados les permiten ofrecer precios muy competitivos para clientes 'stop and go' y profesionales en general. Pero en esa simplificación de lo accesorio han respetado -y ampliado- dos componentes clave: el desayuno y la conexión inalámbrica.
El almuerzo mañanero (uno de los elementos que servidor de ustedes más recuerda, para bien o para mal, cuando abandona un lugar) se ve estirado hasta límites insospechados. No en variedad ni abundancia, pues el catering es bueno, honesto y suficiente pero sin alardes, si no en horario: se podrá desayunar desde las cuatro de la mañana (4:00 de la mañana, sí; al menos en el que yo he probado en Jerez de la Frontera) hasta pasado el mediodía. No es el motivo de esta entrada -quería hablar del wifi en los Ibis- pero me parece espectacular. No tengo otro palabra. Aún se me cae una lagrimita de emoción recordando cómo reponían los cruasanes a las once de la mañana.
Por otra parte el servicio de acceso gratuito a wifi servirá, en mi opinión, para atraer al consumidor práctico y tecnológico. Quizá el sistema de claves nuevas cada pocas horas pueda incomodar al tímido (acabas por pedirlas con menos frecuencia para no parecer pesado), pero el servicio tiene cobertura suficiente en las habitaciones, ancho de banda resultón (para usos básicos y normales, que nadie espere ver películas por streaming) y, si te has olvidado el pecé y tienes que actualizar el blog, dispone de estaciones de trabajo disponibles para clientes en la zona de recepción.
Todos los demás servicios que solicites encarecerán tu factura (comida, cena, …) pues el precio está ajustado a lo imprescindible. Pero tu paquete básico incluirá alojamiento, desayuno y wifi. Lo normal es buscar lo demás fuera del hotel, que para eso hemos viajado, ¿verdad?.
Nota: las fotos de esta entrada han sido robadas de la web de Hoteles Ibis.